Cook & Chef Entrevistas

Entrevista con Claudia Polo (Soul in the Kitchen)

Miércoles, 21 Junio, 2023

Claudia Polo es gastrónoma y divulgadora. A través de su proyecto, ‘Soul In The Kitchen’, educa en gastronomía consciente y alimentación sostenible.

"Comer no es simplemente nutrirse. Cuanto más conocimiento tengamos, mejor podremos elegir los alimentos que compramos, cocinamos y comemos"

Ella es Claudia y siempre baila en la cocina. En 2018 comenzó el grado de Gastronomía y Ciencias Culinarias en el Basque Culinary Center (BCC) y, simultáneamente, creó su proyecto, ‘Soul In The Kitchen’. Lo que comenzó como una forma de compartir en Instagram sus recetas y canciones favoritas, hoy es una plataforma con más de 80.000 seguidores. A través de ella educa en una cocina y alimentación consciente, basada en el respeto hacia el cuerpo, las personas y el entorno. 

Divulgadora y emprendedora, esta aragonesa figuró en 2022 entre los ‘100 jóvenes talento de la gastronomía’, una lista del BCC que reconoce a aquellas personas que trabajan para generar un cambio positivo en el sector.

En los últimos años ha participado como ponente, trabajado como profesora de cocina, creado contenido para medios y empresas y desarrollado distintos proyectos promoviendo su visión de la alimentación; entre otros, el libro Mañanitas, un manual de desayunos y autocuidado que redactó junto con la ilustradora Blasina Rocher; retiros de cocina consciente en el pirineo aragonés (España) y su propia marca de sándwiches artesanos, Pan Soul. 

 

  • ¿Cuándo fue la primera vez que sentiste esa chispa por la cocina y lo que representa?

Primero hubo algo muy emocional, muy desde casa. Mi padre es muy cocinitas y en mi familia siempre hemos dedicado tiempo a preparar la comida y a la sobremesa. Fue después de empezar a formarme cuando se despertó en mí esa manera de ver la cocina como algo con impacto.

  • ¿Qué te hizo convertir la divulgación sobre alimentación consciente en el propósito de ‘Soul In The Kitchen’?
Cuando eres una friki y lo único que lees gira alrededor de la alimentación, empiezas a ver todas las implicaciones que tiene el simple hecho de llevarte algo a la boca. Comer no es simplemente nutrirse. Estamos muy desconectados de todo lo que implica, pero cuanto más conocimiento tengamos, mejor podremos elegir los alimentos que compramos, cocinamos y comemos. Por eso quise poder utilizar mi plataforma para comunicar sobre todo esto. 
 
  • ¿Cómo te sientes respecto a la evolución y la acogida que ha tenido tu proyecto?
Muy agradecida. Es gratificante porque veo “resultados”. Cuando alguien me dice, por ejemplo, que ahora acude a la frutería del barrio gracias a mí, me pone la piel de gallina. Eso es lo que me mantiene aquí, hace que tenga sentido seguir comunicando.
 
  • ¿Cómo gestionas la interacción y el tiempo que requieren las redes sociales? 
Yo siempre digo que si pudiera tiraba el móvil al río [risas]. Lo ideal para enseñar cualquier cosa es tocarlo, estar mano a mano con la gente… El año pasado hicimos un retiro de cocina consciente en el Pirineo donde pudimos trabajar de esta forma. Pero a ese retiro podían venir 12 personas y a través de las redes puedo llegar a 80.000. En mi caso, además, me dirijo a personas jóvenes generalmente muy desconectadas de la cocina, y las redes son el medio más fácil para llegar a este público.
 
  • En tu cuenta te has declarado “hasta el gorro de lo saludable” y reflexionado sobre cómo se ha tergiversado este término. ¿Cómo podemos, ya no comer más sano, si no desarrollar y mantener una relación más sana con la comida?
El problema es que, todavía hoy, “comer saludable” se utiliza como sinónimo de “adelgazar”, pero la alimentación solo es un punto más de los muchos que intervienen en la salud. Estar sano también es tener salud mental, no sentir culpa, ni remordimientos, ni tener pensamientos negativos por comerte una tarta con tus amigas. 
 
  • ¿Cómo podemos disfrutar más de la cocina y dejar de verla como algo para lo que “no tenemos tiempo”?
Puede ser un buen aliciente ver la cocina como algo que te cuida a ti, a los ecosistemas, a las personas que te venden la comida… A mí me da mucha pena ver que los hijos de nuestra generación no van a tener los recuerdos y vínculos con la comida que nos han dado nuestras abuelas y padres. La industria nos empuja a alimentarnos de una forma muy desconectada, pero lo que yo quiero transmitir es que cocinar no implica necesariamente pasar 5 horas delante del puchero, puede ser más sencillo.
 
  • ¿Sería conveniente empezar a educar en alimentación y cocina en las escuelas?
Cien por cien, sí. No todos los niños ven cocinar en casa y no todo el mundo puede ir a comprar al mercado ecológico. ¿Por qué no asumir esa transmisión de conocimiento —de dónde vienen los alimentos y cómo transformarlos…— desde la educación? Tienen que plantearse y demandarse a nivel público otro tipo de sistemas y plataformas que faciliten comer de forma consciente, sana y sostenible.
 
  • Si tuvieras que explicarle a un extraterrestre que llega a la Tierra qué significa y qué implica cocinar, ¿qué le contarías?

Cocinar es coger alimentos naturales y transformarlos en algo delicioso. En esa transformación hay implícito un conocimiento que llevamos cientos de años configurando a base de ensayo, prueba, error; pero también una sabiduría que es propia de cada lugar en concreto y de lo que crece en su tierra. La comida es algo que nos traspasa como individuos, alrededor de una mesa se generan muchísimos vínculos.

  • ¿Qué canción suena en tu cocina un domingo de verano?
A mí me gusta mucho el funky para cocinar. Recomiendo Vulfpeck y, por nombrar una canción, Back pocket.