Mejillones de labio verde de Nueva Zelanda con calabacín y miso

Gazpacho de calabacín
En una sartén muy caliente se sofríen el calabacín y la chalota a fuego rápido con un poco de agua en lugar de aceite (utilizar una sartén ancha para aumentar la superficie). 
Añade agua suficiente para cubrir los calabacines hasta que estén tiernos y conserven el color. Retira el calabacín y cuela el agua, pero resérvala. Tritura los calabacines añadiendo poco a poco el agua reservada. 
Añadir las hojas de menta y seguir triturando y rectificar de sal. 
Pasar y enfriar sobre un baño de hielo. 

Flan de mejillones
Mezclar los mejillones, sin los labios para las patatas fritas, con la nata y el miso y dejar toda la noche en la nevera para que se infusionen. 
Calentar la mezcla de nata y mejillones sin que llegue a hervir. 
Triturar y pasar la mezcla de nata. 
Mezclar los huevos y las yemas con la crema de mejillones. 
Verter en moldes y poner al baño maría.  
Llenar el baño maría con agua caliente hasta la mitad de los moldes y cubrir con papel de aluminio. 
Perforar el papel de aluminio y cocer en el horno a 170ºC durante 20 minutos (es necesario perforar el papel de aluminio para evitar que el vapor caiga sobre los flanes).
Una vez cocidos, enfriar y guardar en la nevera hasta que se necesiten.

Crujientes de mejillón
Deshidratar los labios de mejillón toda la noche en un deshidratador o en el horno a 63ºC durante 12 horas. 
Deben estar quebradizos al tacto (si no, dejar deshidratar un poco más).

Servicio
Mejillones frescos (se pueden cocinar con antelación si se desea).
Micro Shiso.
Micro cilantro. 

Emplatado 
Se pueden preparar los mejillones al vapor o recalentarlos en un caldo de bonito.
En un plato o jarra se coloca una cucharada de la crema de mejillones y un poco del gazpacho de calabacín. 
Colocar un mejillón encima y decorar con el crujiente de mejillón y un poco de micro shiso y cilantro.